Packaging creativo

Destaca frente a la competencia

En la venta de productos alimentarios, la primera impresión es la que cuenta, y es necesario destacar frente a la competencia en el momento critico de la elección del consumidor de un producto en el punto de venta. 

Desde el punto de vista del marketing, el packaging es un elemento fundamental para potenciar y mejorar la experiencia del usuario, pues se trata del primer impacto que tiene el consumidor cuando adquiere el producto.

Está demostrado que un packaging atractivo genera mayores índices de venta. En un mercado cada vez más competitivo, el hecho de contar con un diseño atractivo marca la diferencia entre ganar o perder una venta.

Es necesario estudiar previamente las necesidades del consumidor sin dejar de lado las estrategias y tendencias de los mercados. 

Los clientes saben valorar el esfuerzo creativo y el cuidado de los detalles y el feed back que recibe la marca siempre es muy positivo.

Las funciones más importantes de la comunicación en el Packaging son:

Percepción: la capacidad que tiene el envase para ser percibido.

Diferenciación: una vez percibido, debe ser diferenciable en un contexto saturado de productos.

Identificación: el consumidor debe asociar fácilmente el continente (envase) con el contenido (producto).

Función espejo: la publicidad crea un estilo de vida y lo asocia con la utilidad de venta.

Argumentación: se deben comunicar y hacer evidentes las cualidades y valores positivos que se pretenden “vender” (calidad, seguridad, comodidad, tradición, artesanía, naturaleza, ecología, exclusividad, lujo, precio ventajoso, prestigio social, etc.).

Seducción: es la capacidad de fascinación y de incitación activa a la compra

Envases activos e inteligentes

Los materiales de envasado tienen que estar fabricados de conformidad con las Buenas Prácticas de Fabricación para que, en condiciones normales o previsibles de empleo, no transfieran sus componentes a los alimentos en cantidades que puedan representar un peligro para la salud, provocar una modificación  inaceptable de la composición de los alimentos o provocar una alteración de las características de éstos.

El etiquetado, la publicidad y presentación de los materiales no deben inducir a error a los consumidores.

La legislación permite la modificación en la composición o alteración de las características organolépticas, pero estando siempre limitada al cumplimiento de las disposiciones legales y a la previa autorización de las sustancias deliberadamente incorporadas en los materiales que vayan a liberarse a los productos alimenticios, consideradas a efectos legales como ingredientes.

Para estas situaciones la normativa prevé que los materiales activos no ocasionarán modificaciones de la composición ni de las características organolépticas de los alimentos que puedan inducir a error a los consumidores (por ejemplo enmascarando el deterioro), tampoco darán información sobre el estado de los alimentos que pueda inducir a error a los consumidores.

El etiquetado, la publicidad y la presentación de los materiales u objetos no deben inducir a error a los consumidores.

Los materiales que aún no estén en contacto con alimentos cuando se comercialicen irán acompañados de los términos "para contacto con alimentos" o una indicación específica sobre su uso en caso necesario. También incorporarán las instrucciones que deban seguirse para un uso adecuado y seguro. Asimismo estará claramente identificado el nombre o el nombre comercial y, en cualquier caso, la dirección o domicilio social del fabricante, el transformador o el vendedor encargado de su comercialización. Por último dispondrán de un etiquetado o una identificación adecuados que permitan la trazabilidad del material.

En el caso de los materiales y objetos activos incorporarán información sobre, el uso o los usos permitidos, información pertinente como el nombre y la cantidad de las sustancias liberadas por el componente activo a fin de que los operadores de empresas alimentarias que utilizan estos materiales y objetos puedan cumplir con las demás disposiciones legales.

Para que el consumidor pueda distinguir las partes no comestibles, los materiales activos e inteligentes o sus partes, cuando puedan percibirse como comestibles, deberán etiquetarse con las palabras no ingerir y siempre que sea técnicamente posible figurará el símbolo de no ingerir.

Dispositivos utilizados en los envases activos e inteligentes:

Los dispositivos que transportan datos:

Tecnología RFID: sistema de almacenamiento y recuperación de datos remoto que usa dispositivos denominados etiquetas, tarjetas, o tags RFID. Las etiquetas RFID son dispositivos pequeños que se pueden adherir a una etiqueta o incorporarse al producto alimenticio.

Datamatrix: es un sistema de codificación bidimensional que permite la generación de mucha información en un formato muy reducido con una alta fiabilidad de lectura. Permite obtener mucha más información de la que en principio entra en la etiqueta. El código está formado por celdas de color blanco y negro que forman una figura cuadrada. Cada celda representa un bit de información.

Los indicadores que muestran cambios en las condiciones del envase son de varios tipos:

Indicadores de frescura: controlan la calidad del alimento envasado a través de su respuesta a alguno de los cambios que se producen en el alimento como resultado del metabolismo o crecimiento microbiano. Estos sensores detectan el gas que se produce cuando un alimento deja de estar fresco. Un simple cambio de color proporciona una pista visual rápida de la caducidad. El color de la parte baja del dispositivo indica que el producto está en mal estado.

Tiempo y temperatura: dan información visual del efecto acumulativo del tiempo y temperatura en un producto a exposición a cocientes de temperatura y tiempo superiores a un nivel considerado como crítico. Lleva a cabo un seguimiento de las temperaturas que se mantienen a lo largo de la cadena de suministro y las valida. Un cambio de color indica incumplimientos de la cadena de frío.

De fugas: este dispositivo lleva a cabo un seguimiento de la ausencia/presencia de oxígeno . El color cambia si entra oxígeno en el interior del envase del producto.

De temperatura óptima: el indicador de frío muestra un área termocrónica que se convierte en un color de mayor intensidad cuando el producto está lo suficientemente frío, con lo que cambia el color de la etiqueta.

De tratamiento: son dispositivos que emiten una señal, normalmente sonora, cuando el producto está listo para el consumo.

De humedad: son dispositivos que indican el porcentaje de humedad que hay en el interior y van cambiando de color según va cambiando ese porcentaje. Utilizan cloruro de cobalto y cloruro de cobre.

 

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